¡Se puede decir mucho… Sin decir nada!
Se puede despertar con el cinismo de siempre y se puede ser el mismo
desgraciado toda la vida sin que importe el pago a lo inicuo de vivir siempre
en un círculo de maldad o de circunstancia comprada a malévolas iglesias que
venden salvoconductos al paraíso sin que se sienta el más mínimo respeto y
arrepentimiento. Dios no castiga imbéciles, Dios no es un anciano de aluengas
barbas y rodeado de ángeles sin sexo. ¡Babosos!, Dios no es el que dicen, si
no, el que se siente en el corazón. ¡Hay patria, hay gente y hay mundo! Arjona
dice socarronamente vendiendo Pepsi “Mi País” Facundo decía; Mi madre me dio lo
más bonito; ¡Libertad! Sabina vendía en romances la poesía hecha patria, Cortez
decía; Mi árbol y yo! Aquí en Guatemala se acuño una frase malévola “Fusiles y
Frijoles” Indio de caites duros como la cerviz de tu linaje ¿Aprendiste a
venderte? Pues véndete bien imbécil y dale valor a tu trabajo sin el denigrante
oficio de “Culebra” Cuque que sirves para matar! Mata al que te oprime no al
oprimido! Y tú? Si tú! El académico que elabora salarios mínimos! Eres el más
vil de todos y el mas servil; Te preparaste bien, no para el bien, si no para
joder bien a los de abajo! Si, a los de aquel lado de dónde tu mismo vienes
imbécil! ¿Y el político muchá? A ese hijueputa déjenlo en paz, apesta tanto a
mierda que el hedor alcanzara a su familia y tres generaciones más allá de
donde pudo apostar! Y dentro de todo ese montón de cerotes, quedamos a la zaga
de la lista aquellos de pensar reposado y de dignidad mancillada por los hijos
de puta de siempre! ¡Pero me vale una mierda lo que digan!
El Guillo.
Post Data; Sho pues!